La Navidad es una época del año de felicidad y disfrute y a casi todo el mundo le gusta, pero seguro que conoces al típico amargado que dice que es una fiesta innecesaria, y que desearía que no existiera. El grinch es un personaje ficticio que representa justo esto, odio y repulsa hacia todo lo relacionado con la Navidad. En este artículo vamos a centrarnos en este personaje y en la historia que hay detrás de su origen.
La historia del Grinch
La primera aparición de este duende verde, peludo y feo fue en un libro publicado en 1966 llamado ¡Cómo el grinch se robó la Navidad! Este personaje ficticio que vive en lo alto de una montaña, observa a los ciudadanos durante todo el año esperando al momento en que llega la Navidad.
Una vez llegada la navidad, el Grinch comienza a robar regalos y adornos de navidad, tratando de destruir así las ilusiones de la gente. Este es el único objetivo del Grinch, acabar con el espíritu navideño de la gente.
La imagen del Grinch
A pesar de que el Grinch tiene su origen en 1966 tal y como se ha dicho anteriormente, se han hecho muchas adaptaciones de su personaje a lo largo de la historia. Este ha aparecido en numerosas películas navideñas, incluso en algunas es el protagonista. En 2008 la fama de este personaje llego a un nivel tan alto, que se decidió lanzar un musical de Broadway con su historia.
Se han hecho tantas versiones de este personaje, que ya no se conoce la Navidad sin la figura del personaje. Ha conseguido tal popularidad, que hay versiones de películas del Grinch protagonizadas por actores tan importantes como Jim Carrey.
Significado del personaje
No hay que olvidar que este personaje es ficticio y no existe, pero sí que se puede hacer una interpretación de este. Según muchos, el Grinch es una representación de la sociedad actual, que se ha convertido en más consumista con el paso de los años. Lo que el Grinch hace es robar todo lo material de la Navidad, para así demostrar que la gente no tiene espíritu navideño, sino que simplemente se interesan por los regalos.
El Grinch ha trascendido más allá del cine, y a día de hoy el término grinch se utiliza para hacer referencia a personas gruñonas, que se enojan con facilidad, sin que necesariamente esté relacionado con la celebración de las fiestas navideñas.
En definitiva, a pesar de que el Grinch sea un personaje que no existe, sí que se puede sacar algo positivo de la historia de este. La Navidad no debería de ser únicamente una época en la que se gasta dinero, se compran regalos y se hacen comidas copiosas. Debería de ser una época de felicidad, de familia, de pasar tiempo con los más queridos, sin necesidad de que esto requieras gastos. El espíritu de la Navidad debería de estar en el interior de las personas, y no en el dinero que se gaste para hacer que todo parezca navideño.